Este puede ser el resumen perfecto del partido, y es así…. Si bien faltaron 2 minutos para haber podido llegar al menos al empate, nos sobraron los 30 primeros segundos del segundo período, donde (inexplicablemente) encajamos dos goles.
El equipo partía hacia Torrejón con la ilusión de seguir subiendo en calidad de juego, olvidándonos de presiones en cuanto a resultados y clasificación. El equipo volvía a viajar mermado por las bajas; alguna por lesión, otra por convocatoria con el primer equipo y teniendo que recurrir a tres jugadores procedentes del equipo cadete para completar la convocatoria.
El partido fue “loco” desde casi su convocatoria, ya que pasamos de jugar el domingo en el polideportivo de “champions” Jorge Garbajosa, a jugar el sábado en el Pabellón “Javier Limones”, que no hace honor en la calidad de su terreno de juego al jugador que le da nombre. Pista totalmente impracticable y más para un partido de categoría nacional, en la que es la más alta categoría del fútbol sala juvenil de España. Pista resbaladiza, porterías fijadas al suelo, que pudieron causar alguna lesión de importancia, que además no cumplen con la reglamentación actual. Todo lo contrario que el equipo anfitrión, atento a nosotros y siempre a disposición de lo que pudiésemos necesitar. Un ejemplo de comportamiento digno de destacar.
En lo deportivo, desde el calentamiento se pudo prever las dificultades que el estado de la pista iba a ofrecer a ambos equipos, en los que mantenerse de pie era toda una demostración de habilidad por parte de los jugadores y que en algún momento ofreció imágenes inéditas como la de encontrarse hasta 3 jugadores en el suelo por los continuos resbalones.
Se comenzó el partido con la misma tónica que los últimos, primando la colocación defensiva del equipo para intentar hacerse con el control del juego. Se dispuso una defensa en media cancha, pero con una alta intensidad, dejando al rival mover el balón cómodamente en su cancha y presionado su juego en cuanto atravesaban la línea de medio. Esta presión y la imprecisión en los pases provocados por el estado de la cancha causaban que el equipo local estuviese bastante incómodo en la cancha. Fruto de esta intensidad defensiva, vino un robo de balón de los azules (que en esta ocasión vestían totalmente de blanco), que finalizó Jaime con un fuerte golpeo ajustado estableciendo el 0-1, resultado más que justo para lo planteado hasta el momento por unos y otros.
Como suele decirse, poco dura la alegría en casa del pobre, y de nuevo la concentración (el mayor problema de este equipo) y el exceso de relajación nos castigó y nuevamente en exceso ya que en la siguiente jugada el equipo local devolvía el empate en el marcador y en apenas un minuto se ponían por delante, 2-1 resultado excesivo e inmerecido por lo realizado por los dos equipos.
Afortunadamente, los nuestros recuperaron la calma y el control del juego, ya que aunque prácticamente no se creaban situaciones de peligro, es cierto que el equipo local tampoco conseguía llegar con claridad a la meta defendida por Víctor.
Con este marcador nos fuimos al descanso, donde la consigna fue la misma que la de inicio de partido, hacerse con el control del centro del campo.
Con la reanudación, vino el peor momento del partido. Difícil de explicar lo que le pasa a este equipo en prácticamente todos los partidos. Si bien es cierto que cada partido su calidad aumenta, también es cierto que en todos los partidos sufren una “pájara” que les hace cuesta arriba los encuentros en la segunda parte.
26 segundos, ese es el tiempo que tardó el equipo de Torrejón en perforar nuevamente la meta morala, una rápida contra que pilló a los moralos totalmente fuera del encuentro y que ponía el 3-1 en el marcador.
No hubiese sido mucho problema si hubiese terminado ahí, pero es que 19 segundos después (si 19 segundos….) una extraña perdida de balón al sacar de centro provocada una nueva contra y el cuarto gol local subía al marcador. Inexplicable la situación y el resultado.
Los chicos moralos comenzaron entonces a relajarse e intentar a volver a la realidad, pero la fluidez de la primera parte se había perdido por completo, el equipo creaba ocasiones, pero no resolvía y a falta de 17 minutos los locales conseguían el quinto gol, nuevamente en una contra. Todo parecía indicar que el partido iba para goleada, ya que nuevamente a falta de 9 los de Torrejón conseguían un nuevo gol. Parecía mentira, por lo visto en la pista, pero el resultado era claro 6-1.
A partir de ahí, transformación total del equipo de Navalmoral. Como por arte de magia, aparece el gen NFS, ese que tanto les ha faltado esta temporada, pero que todos sabemos que tienen, y se hicieron los dueños del partido, encerrando al equipo local en su cancha y ofreciendo todo un recital de ataques, sin suerte en la finalización, hasta que Jaime de nuevo, esta vez a pase de Vidal, conseguía el 6-2.
Seguían apretando y controlando el juego los nuestros y nuevamente los mismos protagonistas, Vidal asiste a Jaime para poner el 6-3 en el marcador. Resultado que puso nerviosos e incómodos a los locales y les volvió aún más imprecisos en su juego. A todo esto, y desde el minuto 6 de la segunda parte, los visitantes no podían contar con su jugador nº 26 (Ángel), expulsado por doble amarilla (la segunda totalmente absurda y estando en el banquillo).
A falta de 2:39 y viendo la situación del partido los nuestros sacaron portero jugador para intentar aprovechar el momento de “debilidad” local. Fueron muchas las ocasiones creadas, pero poco el acierto a la hora de materializar; pero aún llegaría otro gol más para los de Navalmoral, esta vez Adrián Calzas, al recoger un rechace del portero a tiro de Jaime establecía el, que al final sería el resultado definitivo, 6-4. Solo quedaban 26 segundos para el final y estaba claro que nos faltaría tiempo para consumar al menos el empate (en mi modesta opinión, es lo que merecían como mínimo), pero no fue por falta de ocasiones, ya que en este tiempo se realizaron 3 tiros a la meta contraria, fue el acierto el auténtico culpable de no sacar algo positivo de este partido.
A destacar la garra del equipo, que peleó hasta la extenuación y hasta el último segundo del partido, pero lo justo es mencionar a nuestro portero, Víctor, que con sus paradas en la segunda parte (al menos resolvió 3 dos contra el portero), mantuvo con vida al equipo hasta el final.
Resumiendo, uno de los partidos más completos de estos chicos, en los que sobraron 30 segundos y faltaron 2 minutos…. La confianza depositada por su entrenador, Vicente Palma, está demostrando que no estaba equivocado con este grupo, una lástima que ellos no hayan creído en sus posibilidades antes, porque viendo lo que hicieron con este equipo (6º clasificado) y lo realizado ante equipos de la entidad de Rivas y Movistar Ínter, su puesto está bastante por encima de donde se encuentran.
Jugaron de inicio: Víctor, Ángel, Adrián Calzas, Jaime e Iván. Posteriormente participaron en el encuentro Alex, Vidal y los cadetes Lucas y Raúl. También viajó (por primera vez esta temporada) el portero cadete Borja, que tendrá que esperar otra oportunidad para debutar en esta categoría.
A destacar el incidente sufrido por el jugador nº 22 Iván, que en un golpe fortuito con la portería sufrió una escandalosa herida en la boca que preciso de asistencia y que le mantuvo fuera del partido durante unos minutos.
A seguir luchando por recuperar sensaciones, porque este grupo tiene mucho que ofrecer a la afición.
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